La ASOCIACIÓN siempre se interesa en conocer a nuevos artistas privados del uso de sus manos, aunque no hayan logrado gran calidad en sus obras; vale confirmar que los artistas más jóvenes de la ASOCIACIÓN empezaron a los 8 ó 9 años de edad, y después de dos o tres años de estudio ya hacen obras interesantes.
Para ingresar a la ASOCIACIÓN, sólo es necesario entrar en contacto con nuestros artistas o con nuestras oficinas. Algunos documentos y varios cuadros del interesado, son enviados a la casa matriz en Liechtenstein.
Las personas con potencial artístico, que no tienen el uso de sus brazos y pintan sujetando un pincel con su boca o con los dedos de sus pies -sin importar su edad, raza o credo- son susceptibles de ser considerados por la APBP.
Cuando se contacta a una persona en tal condición, su obra se evalúa; si se considera que es suficientemente prometedora, se le ofrece una beca. Los estudiantes reciben becas para ayudarles a ampliar su talento, y adquirir materiales de pintura, lo que les permite vivir con dignidad y continuar sus estudios.
Los artistas están graduados de acuerdo con sus capacidades y la calidad de sus obras, iniciándose como estudiantes principiantes (becarios). Luego ascienden a miembros asociados y finalmente pueden obtener el grado de miembro de pleno derecho. Para ello, debe pintar como un artista profesional que no tenga ningún impedimento físico.
El propósito principal de la Asociación, es que sus miembros deben ser de un nivel profesional. Para mantener la alta calidad de manera constante, los artistas deben alcanzar un nivel de especialización que satisfaga el crítico examen de un grupo de especialistas en arte, antes de que sean promocionados a un nivel superior.
Se alcanza la categoría de miembro de pleno derecho, cuando el trabajo de los artistas sea equiparable al resto de artistas profesionales sin discapacidad.
Erich Stegmann, decretó que cuando un artista progresara de ser un estudiante a miembro de pleno derecho, los ingresos mensuales de este, fueran para toda la vida, independientemente si el aumento de la discapacidad le impedía seguir produciendo cuadros, que la Asociación pudiera comercializar. Como un artista ha señalado recientemente: “¿Qué otra organización continuaría manteniéndote en la nómina cuando no pudieras trabajar más?”.
